10 de diciembre de 2008

MOVIMIENTOS INDÍGENAS

MOVIMIENTOS INDÍGENAS

El imaginario histórico instituido en México, a través de encendidos discursos y prácticas sociales autoritarias, ha convocado y presionado siempre a los pueblos indios a “integrarse a la cultura mestiza nacional” [10] , sin apreciar ni valorar las diferencias y desplegando prácticas de gobierno que excluyen a pueblos enteros, postulando, como señala Luis Villoro [11] , un proyecto homogenizante de nación que no reconoce a las y los otros como sujetos de derechos y no objetos de tutela.

En 1992, a raíz del recuerdo de los 500 años de resistencia india, negra y popular, los pueblos indios, desde sus raíces y desde su dignidad, se manifestaron como sujetos que exigían ser incluidos en el proyecto nacional. Este ascenso se vio reforzado con el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, y con los Acuerdos de San Andrés, que hicieron escuchar la voz de los indios por todos los rincones del país, planteando su inclusión como parte fundante de la vida y la cultura nacional del futuro.

Ante la insurgencia india, la política gubernamental, entendiendo por ella poder ejecutivo federal y poder legislativo, optan actualmente por una guerra de desgaste prolongada en la que se ocupa militarmente el territorio, se tolera, y en algunos casos se impulsa, la existencia y las acciones de grupos paramilitares y su impunidad, poniendo nuevamente la política de tutela y no de reconocimiento a la autonomía y derechos de los pueblos indios en el centro, formulando una reforma constitucional legal pero ilegítima e injusta, contraria a acuerdos internacionales firmados por México, como el Convenio 169 de la OIT y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Esta situación tiene que ver con proyectos financieros e inversiones de capital en recursos naturales, maquiladoras y turismo, sin tomar en cuenta la palabra de comunidades y pueblos enteros en las estrategias de desarrollo de mediano y largo plazo. Se impulsan así políticas económicas que de hecho, tienen forma de enclaves neocoloniales de explotación de mano de obra barata y de agotamiento extremo de la biodiversidad y de los recursos naturales. Sin duda que la combinación de las presencias militares y la impunidad con la ley de derechos indígenas, se completa un escenario de nueva conquista de los pueblos indios, cuyos derechos a la libre determinación y a la autonomía quedan supeditados a los intereses neocoloniales.

Se vuelve a confrontar el viejo dilema de conformar la sociedad a partir del imaginario liberal y neoliberal dominantes, que impulsan prácticas sociales sustentadas fundamentalmente en la propiedad privada, en el libre mercado, en el voto individual, en el poder masculino, en el consumo, en la destrucción del medio ambiente y en la competencia, excluyendo otras constelaciones simbólicas e imaginarias y otras prácticas económicas, sociales y políticas diferentes, que históricamente están cargadas de densidad, de cuidado y hermandad con la naturaleza y de visión de futuro.

El desmantelamiento de las comunidades indígenas que iniciaron los liberales del siglo XIX a partir de la promulgación de las Leyes de Reforma, fue frenado por el movimiento revolucionario de 1910- 17 gracias a la promulgación del artículo 27 constitucional; sin embargo, con las reformas salinistas al mismo artículo 27 en 1992, se volvieron a sentar bases jurídicas para la mercantilización y enajenación de la tierra de pueblos y comunidades indígenas, suprimiendo la base material de sus prácticas sociales y culturales comunitarias y solidarias de producción y reproducción de la naturaleza y la vida.

Es por eso que la lucha por el respeto a la libre determinación de los pueblos indígenas, y su expresión concreta en su autonomía como pueblos, acordada y firmada en San Andrés el 16 de febrero de 1996, y llevada a la iniciativa de Ley de Derechos y Cultura indígena de la Comisión de Concordia y pacificación, forma parte central del debate nacional actual. La sociedad civil indígena cuestiona al capitalismo, y al neoliberalismo homogenizante y excluyente, como su expresión globalizadora mas moderna, así como al socialismo en tanto sistemas centrados casi exclusivamente en los procesos productivos, que se desarrollan a costa de la destrucción de la naturaleza y no a partir de la convivencia con ella. En estos dos sentidos, a sociedad civil indígena, sin ser ciertamente un paradigma general de la sociedad, es portadora de una reserva de la humanidad, que tiene aportes que ofrecer a una nueva historia de respeto a las diferencias, de decisión por consensos y de sustentabilidad de la vida sobre el planeta.

En la confrontación de estos dos paradigmas civilizatorios. Las organizaciones civiles, en términos generales, también había compartido históricamente las formas modemizantes, aunque en los últimos lustros del milenio los movimientos ecologistas, feministas, juvenil, ciudadano, indígena y por la defensa de los derechos humanos, las cuestionaron y las convocaron a cambiar sus posicionamientos. A raíz de los 500 años de resistencia india, negra y popular, las organizaciones civiles empezaron a ser interpeladas por el paradigma comunitario, y desde la exploración de nuevos cambios, han participado en los últimos siete años y medio, en una lógica civil y democrática en defensa de todos los derechos humanos de los pueblos indios y han luchado por generar condiciones para una paz justa y duradera en Chiapas.

Las organizaciones civiles, como parte de las páginas de la historia de la sociedad civil mexicana, no exenta de errores y limitaciones, han jugado un papel importante, al lado de las organizaciones sociales y de los partidos políticos democráticos, para ir desmantelando las instituciones sagradas del presidencialismo, el corporativismo y el partido del estado, prefigurando a través de sus propias prácticas, nuevas relaciones sociales”.

Fuente:
http://www.laneta.apc.org/mcd/seminario/civiles.htm


SITUACIÓN ACTUAL DE LA PAZ Y LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

La correlación de fuerzas actuales y las perspectivas de solución se perfilan desfavorables a nivel nacional e internacional.

Desface entre las política nacional y su política gubernamental y su propuesta de cambio, son como el PRI con las mismas prácticas. En aquellos en donde ha habido alternancia no es garantía de modificación de políticas., No única pero prioritariamente en los pueblos indígenas, las violaciones a los derechos humanos dificultan el logreo por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Hay realidades de poder diferentes, lo que nos obliga a las OC a reconocerlas.
Utilización por parte del gobierno de el asunto de los ddhh para mejorar la imagen de México a nivel externo.

El reconocimiento que existe al interior de los sectores sociales y civiles un desanimo una desmovilización y desarticulación de acciones para enfrentar la situación aunado a una dificultad para diseñar alternativas y en donde nos ha costado trabajo superar las diferencias. El desgaste de las articulaciones, o de las que no logran articularse con otras regiones.

El concepto de paz no se encuentra en la situación actual como un referente valido a nivel nacional, que anteri9ormente con las reivindicación de la ley indígena había sido puesta en la agenda nacional, ahora se perfila como el eje de ddhh concebido de una manera integral el que puede articular o hallar eco en la sociedad civil.

El traslado de compañeros y compañeras en puestos de representación popular y puestos públicos ha generado un desconcierto al interior de los movimientos; pues en algunos sectores no encuentran un elemento visible en contra, sin embargo se reconoce que estos no están en niveles y en la toma de decisiones estratégicas que modifiquen el Estado.

La permanencia de fuerzas armadas y policiacos, así como la instrumentación de proyectos de inversión extranjera en territorios indígenas. Continua un alto nivel de conflictividad social por motivos políticos y criminales (narcotráfico) Se sigue reproduciendo en los estados la misma situación violatoria los derechos humanos.

El gobierno federal esta en búsqueda de alianzas con sectores empresariales y sectores gubernamentales que ya estaban en el poder, y en negociación con el PRI.

Hay una tendencia a la partidocracia y no existe una dinámica en los partidos políticos al reconocimiento de la capacidad e interlocución de los OC y OS, como actores civiles, donde nuestras agendas solamente son reconocidas si nos movilizamos o presionamos a nivel internacional, un ejemplo claro de ello es el caso de los organismos de derechos humanos.

En las articulaciones no hemos alcanzado a dimensionar los efectos de la militarización en la vida de las mujeres indígenas, lo que nos tiene que enfrentar al reto de nuevas estrategias.

Retos y Perspectivas
El papel de las Redes es dinamizar y no ser los actores. buscar la articulación de estas redes desde y con los actores involucrados.

Respecta el imaginario indígena, es decir, respetar los tiempos y formas de lucha de estos y nuevos sectores.

La combinación entre las agendas sectoriales, locales y regionales para dimensionarlas en los terrenos estratégicos de decisión.

Discutir los criterios de interlocución, y de articulación para encontrar los ejes comunes de alternativas.

Que la sociedad política entienda que la paz y los ddhh son ejes fundamentales de la agenda nacional.

Recoger las demandas estructurales de las víctimas de violación de los DDHH.

Se requiere que haya información en todos los lugares, formación en términos de los distintos temas de la agenda, que haya accesibilidad a esto. Esto al interior de las OCS

La agenda nacional están puestos muchos temas hacía el sur, pero el norte tiene igual una situación de violencia como el narcotráfico, etc.

Construcción de un sujeto social, no lo hemos construido de forma real.

Agendas comunes.

La salida de las fuerzas armadas de los territorios indígenas

Lo que esta en disputa es el proyecto de nación y el modelo económico.

Que se trabaje en la base


Fuente:
http://www.laneta.apc.org/mcd/seminario/civiles.htm

Enviado por: Claudia Estefany Caudillo Climaco

1 comentario:

victor nieto dijo...

quisiera una entrevista con los asesores de asamblea de barrios para plantiarle mis problemas de vivienda en renta